Deebot Ozmo 930: el robot que aspira y friega a la

Como cualquier otro robot, basta con pulsar un botón en su parte superior para que se ponga en marcha en modo automático: selecciona el recorrido de forma inteligente cubriendo todas las salas y adaptando la limpieza al tipo de superficie. Por ejemplo, cuando detecta una alfombra, aumenta la potencia para garantizar un mejor acabado. Por el contrario, si sabe que el depósito de agua para fregar está lleno, las evita; un modo para no dañarlas.

No es su único sensor. También dispone de uno anticolisiones que realiza su labor realmente bien y hace que frene centímetros antes de chocar contra cualquier obstáculo; o uno anticaídas, para evitar escaleras y grandes desniveles. Durante las pruebas, nos hemos encontrado con que puede bajar sin problema pequeños escalones (de unos 3-4 centímetros), aunque luego tiene dificultades para volver a subir.

Pero para personalizar la limpieza y acceder a todas sus funciones es esencial utilizarlo con una app instalada en el móvil o tableta. Esta aplicación guía paso por paso por la configuración: una tarea para la que hay que tener en cuenta distintos aspectos, como que la red Wi-Fi funcione en la frecuencia de los 2,4 GHz y que la app pasara a segundo plano (es decir, no puedes hacer ninguna otra cosa en el móvil). Lo cierto es que tuvimos algunos problemas para conseguirlo a la primera con dos terminales diferentes: un iPhone XS y un Pixel 3a XL.

FICHA TÉCNICA

Dimensiones: 10,2 cm altura, 3,4 cm diámetro

Peso: 4,6 Kg

Aplicación: Ecovacs Home

Sensores: Anticolisión, anticaída, antibloqueo

Modo de trabajo: Automático, área personalizada, configuración de límite virtual

Opciones de aspiración: Cepillo principal y succión directa

Superficie cubierta: Suelo duro, moqueta

Navegación: Smart Navigation 3.0

Autonomía: 110 minutos; tiempo de carga 4 horas

Nivel de ruido: 65 db

Otros: Modo de continuación, informe de voz, identificación de alfombras, filtro de alta eficiencia, cepillo lateral dual, depósito de polvo 470 ml.

Una vez conseguido, el interfaz es bastante intuitivo. En la parte superior se visualiza el estado de la máquina —si está aspirando o fregando, qué superficie lleva recorrida, el tiempo invertido…—. La zona central, por otro lado, está dedicada al mapa del hogar y, en la inferior, es posible acceder a las distintas opciones relacionadas con los modos de limpieza.

Para desplazarse emplea un sistema de navegación láser que permite elaborar un plano diferenciando por estancias. Lo hace de forma automática y, lo único que no nos gusta es que luego no es posible editar estas zonas para corregir los errores en caso de que algún área no esté bien delimitada. Este sistema tiene dos ventajas: hace que el robot se mueva perfectamente a oscuras y ayuda a elegir modos de limpieza más personalizados, enviando el robot a una estancia concreta (la app las nombra por letras), seleccionando en el mapa una zona específica o añadiendo barreras virtuales. Cuando se establece alguno de ellos, además, se puede optar por una o varias pasadas al suelo, seleccionar la cantidad de agua empleada para el fregado… Por último, y como no podía ser de otra manera, permite la programación de los ciclos de limpieza.